damn it, janet

No sé cuántos de vosotros habréis visto The Rocky Horror Picture Show. Hace años la descubrí gracias a un amigo con el que estudié Comunicación Audiovisual, e incluso más tarde vimos algunos fragmentos en alguna clase.

El argumento es absolutamente delirante, y tratar de explicarlo no le haría justicia. Es un musical bizarro y bastante rompedor para la fecha en la que se estrenó, el año 1973. Fue tal el éxito entre parte del público que pronto se convirtió en un filme de culto, y hoy en día sigue proyectándose en numerosos cines de Estados Unidos, en sesiones semanales, donde la gente acude disfrazada para cantar y montar auténticas fiestas, bailando y lanzando todo tipo de objetos a la pantalla, siguiendo tradiciones que han ido instaurándose, como disparar con pistolas de agua en cierta escena o gritar frases en otra. Según me han dicho, alguna vez se han organizado pases así en ciudades como Barcelona, y estoy seguro de que Londres o Berlín seguramente contarán con iniciativas similares.

Aunque conocí la película hace años, no me volví a acercar a ella hasta hace poco, cuando la serie Glee dedicó un capítulo a homenajear el célebre musical rock. Arriba os he dejado uno de los temas más famosos de la película, interpretado por un genial Tim Curry irreconocible como un dulce travesti de la Transilvania transexual. Aquí tenéis la versión del mismo número que realizaron en Glee, aunque desafortunadamente no queda en Youtube ningún clip que permita ver el número tal y como aparece en la serie.

Y para despedirme, os dejo Time Warp, uno de los temas más célebres de la película, pero en su versión de Glee. Cada vez que la escucho me gusta más, me parece realmente conseguida.