miércoles, 29 de abril de 2009

es una fieshta

Mi madre es muy moderna y siempre está al tanto de todo lo que se cuece. Ayer en la comida me habló de la fiesta que H&M va a organizar por la inauguración de su tienda en Colón, una fiesta de esas a las que van los ricos, sus amigos y los cuatro famosos de turno que están por Valencia esa semana, igual que cuando Prada o Loewe o una de esas montó una fiesta acojonante por el casco viejo, con Paz Vega y cincuenta estrellas internacionales. Ha leído por ahí que los de H&M se las quieren dar de simpáticos y han soltado a unos cuantos fotógrafos por Valencia para que capten iconos de la calle a la última y elijan a 100, que tendrán una invitación para ir a la gran fiesta. Con la de fantasmas que hay por Valencia últimamente lo van a tener difícil, porque todas y todos van iguales y si no les invitan a todos la gente se va a mosquear. Aunque al día siguiente se compren las camisetas allí como si no hubiera pasado nada.

Si alguien quiere ir a una cosa de esas, no tiene más que rebajarse a convertir la plaza del Ayuntamiento en un desfile de a ver quién lleva lo más raro en la cabeza. Conozco a un tipo, David, que va de entendido y siempre trata lo más horrible como si fuera lo más fashion, así que lo de pasearse disfrazado seguro que funcionará. Creo que yo esperaré a que me cuenten qué tal fue esa fiesta, que seguro que me sale un plan mejor que no consista en pasar la noche rodeado de cuarentones y cuarentonas. Aunque las tipas del par de fotos que mi madre me enseñó de ese blog no estaban nada mal.

jueves, 23 de abril de 2009

unga unga

Odio las tribus urbanas. El nombre ya me da asco, es como si fueran tribus de trogloditas, no sé, es una gilipollez. Cuando ves a un chaval de 13 años todo de negro con su cara de estreñido y el monopatín en la calle Colón piensas que es un capullo, pero bueno, es un niñato, no puedes pedirle más. Pero cuando luego ves a un friki de casi 30 años con su gabardina hasta el suelo, la cara pálida y sus pinchos y cosas, lo que ves es un capullo, nada más.

La edad la verdad es que es lo de menos. Todas las tribus estas dan pena, pero algunas más que otras. O a mí me dan más pena, que para el caso es lo que importa. Las pijas tienen un pase, ya se sabe, sobre todo cuando llevan un buen rato de botellón. Las modernas, gafapastas y las emos tienen un morbo especial, y además siempre sorprenden, ya sea con sus leggings de vinilo o con cualquier otra prenda que se haya visto más de dos noches en los peores garitos de Londres, que es bueno.

Pero si hay algo que me da más asco que los góticos, heavys y jipiguarros trasnochados son los jonathans y las jennys. Solo aprenderán que las campanas y el oro pasaron ya de moda cuando descubran cuánto son 2+2. Una vez me enrrollé con una choni y acabé de sus aros hasta arriba, siempre moviéndose y poniéndose por en medio. A lo mejor era una visionaria y los usaba de hullahop en la intimidad, no lo sé. Aunque tampoco me importaba demasiado.

domingo, 19 de abril de 2009

por qué

Nunca se me ha dado especialmente bien escribir. En realidad no sé por qué estoy abriendo esto, porque no soy un friki pajillero de esos de Internet y no me gusta leer o que lean tonterías sobre que si me ha dejado la novia, si he suspendido un examen o si mis padres no me entienden. Sería difícil leer esas cosas aquí, de todas formas, porque ni tengo novias, ni me deprime horriblemente suspender exámenes ni necesito que mis padres me entiendan. La vida es más fácil cuando todo eso no es tan importante.

No, a mí lo que me va es tirar para adelante, levantarme y pasar de los problemas. La mayoría de las cosas por las que la gente se queja y se lamenta no tienen ninguna importancia, lloriquear por exámenes o porque alguien no nos contesta los mensajes es una capullada. Y luego ya los grandes problemas son demasiado grandes como para que sirva de algo lamentarse.

Siempre he creído que nos podemos acostumbrar a todo, por eso es una pérdida de tiempo preocuparse demasiado por lo que ya ha ocurrido. Y por lo que no, bueno, todo a su tiempo. No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana.