Mi madre es muy moderna y siempre está al tanto de todo lo que se cuece. Ayer en la comida me habló de la fiesta que H&M va a organizar por la inauguración de su tienda en Colón, una fiesta de esas a las que van los ricos, sus amigos y los cuatro famosos de turno que están por Valencia esa semana, igual que cuando Prada o Loewe o una de esas montó una fiesta acojonante por el casco viejo, con Paz Vega y cincuenta estrellas internacionales. Ha leído por ahí que los de H&M se las quieren dar de simpáticos y han soltado a unos cuantos fotógrafos por Valencia para que capten iconos de la calle a la última y elijan a 100, que tendrán una invitación para ir a la gran fiesta. Con la de fantasmas que hay por Valencia últimamente lo van a tener difícil, porque todas y todos van iguales y si no les invitan a todos la gente se va a mosquear. Aunque al día siguiente se compren las camisetas allí como si no hubiera pasado nada.
Si alguien quiere ir a una cosa de esas, no tiene más que rebajarse a convertir la plaza del Ayuntamiento en un desfile de a ver quién lleva lo más raro en la cabeza. Conozco a un tipo, David, que va de entendido y siempre trata lo más horrible como si fuera lo más fashion, así que lo de pasearse disfrazado seguro que funcionará. Creo que yo esperaré a que me cuenten qué tal fue esa fiesta, que seguro que me sale un plan mejor que no consista en pasar la noche rodeado de cuarentones y cuarentonas. Aunque las tipas del par de fotos que mi madre me enseñó de ese blog no estaban nada mal.