domingo, 29 de noviembre de 2009

bizarre love triangle

Odio que la gente diga que le han robado a la pareja, como si pudieras ponerte en medio de dos, secuestrar a uno y llevártelo, rompiendo esa relación sin que el otro quiera. Dicen que dos no se pelean si uno no quiere: dos tampoco se enrrollan si uno no quiere.

Pretender que cuando una pareja se rompe por culpa de una tercera persona es sólo culpa de ésta es algo inocente a la vez que idiota. Siempre hay elección. Siempre. Si tengo novia y me viene una tía buscando tema, puede que consiga darme un pico, pero acto seguido la apartaré y le soltaré un "¿pero de qué coño vas?". Y si me liara con ella, tanta culpa tendría yo como ella. Sería lo que suele llamarse un gilipollas. No seamos ignorantes y echemos la culpa sólo el que llega nuevo, que si el otro no duda en seguirte el tema, lo que demuestra es que estaba predispuesto. Si no era con ese, sería con el siguiente.

"Me la has robado". "Si me lo quitas te mato". No hay más ciego que el que no quiere ver. Que tu novio es un cabrón. Tu novia no te quiere. Pero nada, todos siguen con la venda en los ojos. Si eres más feliz creyendo que tu novia se ha liado con otro sin querer, allá tú. Pero ha sido sin querer queriendo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

sorry sorry

Justo después de volver de Londres me puse enfermo. Y no, no fue la gripe A, aunque algo me debieron pegar esos ingleses, tosiéndome todo el día en la cara en el metro.

Agradezco vivir de nuevo en la gran ciudad, aunque aún no he podido salir a lo grande. El sábado, sin embargo, empezó normal y acabó siendo una buena noche. O en realidad no hubo noche, porque es de esas veces que acabas durmiendo en la casa vacía de un amigo y te descubres a las siete de la mañana, sin haber dormido y mirando por la ventana desde la cama junto a una chica a la que doce horas antes no conocías. Dejáis dormir a vuestros amigos comunes mientras deshacéis aún más la cama, y acabas llegando a casa a la hora de comer y con la ropa de ayer.

Si cada sábado fuera así, no me habría borrado de la lista de salir los saturday night, vaya.
Well, I met this girl on a
Saturday night, saturday night
Saturday night, saturday night
Saturday night, saturday night
(...)
But, but she dug my hair and new suede shoes so much
She dragged me straight, straight to her room
And I was forgetting what I knew I would do

Two hours later we lay on the bed and i said
I'm sorry sorry for making your life a living hell
I'm sorry sorry for making your life a living hell

domingo, 8 de noviembre de 2009

ldn

Antes hablé de Lily Allen, pero no me crucé con ella por las calles de Londidum. En cambio casi coincido con la siempre excitante Gaga, que estuvo de fiesta por el Soho el miércoles y apareció en todos los gratuitos del jueves por su vestido, uno de esos que son poco más que una transparencia gigante que deja ver el tanga y el sujetador de la portadora. Por las fotos que vi, el vestido no le hacía justicia, aunque de haberla visto en persona quizás pensaría diferente. También estuvo Jim Carrey presentando su nueva película, pero evidentemente no me interesó de la misma manera.

Anyway, aunque no vi a esta dama, me enamoré de otras muchas. En Valencia suelo sufrir un enamoramiento cada cinco metros caminados, aunque siendo realistas podría dejarlo en que el flechazo ocurre cada diez minutos. En la cuna de los Sex Pistols la cosa era terrible: diez, quizás doce, chicas increíbles cada diez metros, a las que les hubiera propuesto hasta matrimonio y cualquier favor (sexual, preferentemente) al instante. Durante los días que estuve por allí tuve un juego de cruce de miradas divertidísimo con una de las recepcionistas del hotel, pero el último día no estuvo y no pude comentarle que algo fallaba en mi habitación y que necesitaba que subiera para echarle un vistazo.

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También coincidió que esta semana era 5 de noviembre, la noche de Guy Fawkes. No pasé a ver a la señora Justicia por el Old Bailey, así que no sé si sigue en pie, pero al dejar suelo británico el Big Ben sí, así que quizás tengamos que vernos dentro de un año, frente al Parlamento, para recuperar lo que es nuestro. Yo devolví cosas mías estos días, que me compré un abrigo y unos vaqueros el primer día, los llevé puestos por todo Londres y luego decidí que no me convencían. Soy todo un artista, así que el tema de las etiquetas no fue problema.

El viaje ha sido genial. Como quería, me he recorrido las calles cien veces, he ido de un lado a otro, hemos visto lo que queríamos ver, y lo que no, nos daba lo mismo. He ido de compras, he comido en sitios raros, hemos hablado en inglés (y nos hemos quejado de lo mal que lo hablan los de Albión), hemos hablado en francés por hacer el capullo y hemos observado la ciudad y, sobre todo, a sus gentes. Aunque ya era mi tercera vez allí, tuve la ocasión de ir a lugares que no había visitado, como la National Gallery, de recorrer Oxford Street al completo, atravesando el bullicioso Oxford Circus (¡peor que Picadilly!) y de descubrir Camden Town y sus cien mil tiendas iguales pero distintas, con otros tantos puestos de comida de cada rincón de la Tierra para disfrutar sobre el asiento de una Vespa a la orilla del canal.

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Acabo de llegar, pero volvería una y otra vez. Es una urbe llena de gente (y de españoles, doy fe de las palabras que X escribió en su crónica), con masas humanas que agobian con facilidad, pero hay de todo, y mucho más. Es genial ver la diversidad de actitudes, de nacionalidades, orígenes, colores y vestimentas, y que todo el mundo lo tenga tan asumido, que todo el mundo comprenda, sepa, acepte y no dude en respetar lo que hacen los demás, en que da igual si llevan piercings en las mejillas y los labios, si visten hijab con deportivas y doscientas pulseras de colores o si los tres chavales con uniforme de colegio del otro vagón son de tres colores distintos.

Lo único que me ha faltado ha sido salir de fiesta, pero nada de pubs ingleses de beber cerveza, que eso no me ha quedado pendiente, sino fiesta de la de verdad, de esas que hay en las ciudades con tanto movimiento como ésta. Fiesta de música a tope, de gente rara y de dejarse llevar por el latido de una sala hasta arriba de personas bailando.

-¿Y tú para que vuelves? -Para desfasar.

Así ya tengo excusa para la próxima vez.

jueves, 5 de noviembre de 2009

smile

Me encanta Lily Allen.

Sí, esa chica con estética choni chic, tan bocazas y con una actitud muchas veces naïf que parece fuera de lugar. Pero si algo de ella me gusta más que su música son sus vídeos. Todos son originales de una u otra manera, han sido copiados más de una vez precisamente por ello y tienen un algo especial que hace que mole verlos una y otra vez. Casi parecería que todos han sido realizados por el mismo director, pero no es así, aunque veo una continuidad entre ellos de la que suelen carecer los vídeos de todos los artistas. Sí, creo que alguna vez ya dije que odio los posts de vídeos, pero a veces vienen bien para desconectar. O algo.

El primero que descubrí fue Smile, que también fue su primer gran éxito, y quizás el que me parece más flojo, aunque no por ello me gusta menos. Una historia de venganza cruel que le hace sonreír cuando ve llorar al capullo de su novio. La calidad mejoró con el increíble vídeo de LDN, que luego usaría como inspiración una marca de cervezas para uno de su spots. Un tema muy alegre para un vídeo sensacional. Después vi Alfie, en el que la chica habla de su hermano pequeño, al que por cierto pronto veremos en una de las nuevas series de la HBO, Game of Thrones. El vídeo, centrado en una marioneta, es muy divertido, con coro de pájaros incluido y una estética muy pastel, totalmente happy, en línea con la melodía feliz y casi de villancico de la canción. Con The Fear, el primer single de su segundo álbum, fue algo más ambiciosa, añadiendo coreografías y bailarines, pero el tono ingenuo permaneció, con la misma originalidad y las mismas situaciones casi mágicas de los anteriores. Y lo más nuevo es Fuck You, una canción dedicada a nuestro amigo George W. Bush que en principio iba a llamarse, cosas de la vida, Guess Who Batman (¿?). Este vídeo me recuerda al de LDN, por eso de un paseo por la ciudad, aunque cambia Londres por París, otra ciudad que siempre sale favorecida en la pantalla, grande o pequeña. Y si aquél vídeo alteraba la misma ciudad, este cambia a quienes se cruzan con la cantante, porque sus ojos son los nuestros, y vemos lo que ella ve. Un vídeo subjetivo muy logrado y que mantiene la atmósfera de los anteriores.

Saludos desde LDN.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Heaven don't want me and Hell's afraid I'll take over

Que si qué estudias. ¿Para qué sirve? ¿Qué vas a hacer este año? ¿Estás buscando ya algo? ¿Pero a qué quieres dedicarte? Deberías buscar un trabajo. No te veo con ganas. Cualquiera diría que no sabes qué hacer, pero es que parece que no quieras hacer nada. No puedes esperar estar así toda la vida. ¿A qué viene meterte a eso ahora? No, estás de coña, ¿por qué? No, es que yo entré en tal sitio hace ya un año, me va fenomenal, ¿y tú? Pero, ¿te vas ahora? Estás gastando mucho, ¿acaso has trabajado para eso?

Pues sí, he trabajado para eso. Y no, no sé qué hacer. Todavía. Pero es que me da lo mismo. Ya tendré tiempo de trabajar, ya tendré tiempo de ser una persona seria, por favor. Si he trabajado, me gastaré en lo que me dé la gana el dinero que me sobre de pagar las cosas necesarias.

Ya lo decía Kate Ryan cuando hablaba de esa generación desencantada. Ni la mitad de la gente de mi edad, o más joven o más mayor, sabe realmente qué quiere hacer o cuándo quiere empezar a hacerlo. Si ahora nadie se considera mayor de verdad hasta bien entrada la treintena o incluso la cuarentena, así que por favor, me queda mucho para llegar a eso, ya vendrá. Me gusta mi vida, aunque a veces sienta que no sé nada, que estoy perdido y que no tengo ni idea de qué será de mí en un tiempo, pero la verdad es que, en el fondo, no me preocupa. Ya irán saliendo cosas. Igual que quise hacer Biología y me decanté por Económicas para acabar decidiendo pasar de todo eso antes incluso de empezar segundo de Bachiller, ahora quiero una cosa y en unos meses querré otra. Si hace falta trabajar para pagar, se trabajará, pero no será definitivo hasta que yo quiera que lo sea.

Vaya, a todo esto, hola de nuevo. Prácticamente un mes desaparecido, ya se sabe, el trabajo. Si fuera bueno no pagarían por hacerlo, que suele decirse. Y ahora que vuelvo, me voy a Londres, como ya comenté. El martes salgo, dispuesto a hacer de todo y no hacer nada, que para eso son mis vacaciones. Así que aquí estoy y ya me voy. Pero estos días publicaré algo -programado, por supuesto, que ni me llevo portátil ni mi móvil tiene güaifai. Será una actu muy London, porque yeah, you look New York, pero a este lado del charco.

domingo, 4 de octubre de 2009

ritmo de la noche

Nunca he salido demasiado en Fiestas. Hace por lo menos siete u ocho años que no paso en la feria más de diez minutos. Pero me encanta el ambiente en la ciudad, el que haya gente a todas horas y las dos de la mañana parezcan las cinco de la tarde de un sábado cualquiera. Me encanta el ruido, me encanta el olor. Lamentablemente todo acaba, y ayer acabaron estas fiestas. Nunca las disfruto especialmente, ya digo, pero este año aún menos, porque trabajando no queda tiempo para nada. Anoche, para cerrar, venían los Vetusta Morla. Había escuchado el disco una vez o dos pero no me llamaba la atención. Aunque empecé el concierto jugando al sudoku del móvil y probando el Nokia 5800 de una amiga por si me lo compro, la verdad es que acabé disfrutando bastante. Les pasa al revés que a Mando Diao, los de Tres Cantos mejoran en directo.

A veces creo que los conciertos me emborrachan. Al acabar estoy locuaz e hiperactivo. Y la mañana siguiente tengo resaca, digamos resaca musical. He estado todo el día como con una nube en la cabeza, la voz me falla a ratos y el oído me pitaba aún esta mañana. Y todo eso un miserable roncola no lo hace. A pesar de disponer de barra libre, tras el de Madonna no estuve tan zombi, qué curioso.

Mientras me preparo para la vuelta a la dura vida laboral, cruzo los dedos, que ayer vi unos pisos, y dos estaban muy bien. A ver si recibo un pronto y me quito una preocupación de encima, que falta me hace. Al menos esta semana es más corta. Cosas de vivir en Valencia. Bendito 9 de octubre.

Y de repente me he obsesionado con una cazadora Levi's. ¿Pero esto qué es?

miércoles, 30 de septiembre de 2009

take me home

Al final me compré las Nike. No fueron las Dunk High que quería pedirme a la Nike Store, pero me gustaron. Entré por casualidad en el Foot Locker de la calle Colón y vi unas Vandal con la combinación de colores que buscaba. Así que tras ser mareado por la dependienta y probarme dos números, salí con mis zapatillas rollo 80s bien contento. Le he puesto unos cordones azules y quedan de patear culos, no sé si me explico.

Digo que entré por casualidad porque iba de camino a ver un piso. Ver pisos es un cometido cansino y extremadamente frustrante. En realidad, hasta buscar pisos por Internet me da palo, y odio hablar por teléfono con gente que no conozco para que me diga que lo sienten, pero que buscan chicas. El año pasado vi dos pisos y a los cinco minutos de estar en el primero supe que lo quería. Este año llevo dos y como si no hubiera visto nada. Estoy dispuesto a pagar, pero si pago cierta cantidad no quiero pasar frío en invierno, ni pensar que la cocina está siempre sucia. No quiero tener muebles que se caen. Ni tener que mover el armario cada vez que quiero abrirlo.

Parece que el mercado está mal. Me veo empezando a ir a clase y viviendo de la caridad de familia y amigos. Y no mola.

domingo, 27 de septiembre de 2009

london calling

La primera vez, era un turista cualquiera. Íbamos a restaurantes, dormíamos en un buen hotel. Hacíamos fotos de estatuas, de museos, de edificios y de autobuses rojos. Me quedé con ganas de vagabundear sin rumbo, de comer cualquier cosa y de perder el tiempo en tiendas, mercadillos y calles.

La segunda vez fui con ella. Dormimos en la misma cama, cada cena era una cita pero cada comida era un mal momento. Volví a ver los mismos sitios pero hicimos más fotos, algunas típicas y otras improvisadas. Fue un bonito viaje, compramos más y tuvimos menos obligaciones.

Pero las dos veces me quedé con ganas de muchas cosas. De pasar las horas viendo a la gente, recorriendo barrios normales y calles comerciales, de rebuscar en los mercadillos y comprar comida para llevar. De hacer fotos absurdas en rincones imprescindibles y en lugares que se repiten en cada ciudad de occidente.

Por eso vuelvo por tercera vez. Necesito vivir Londres unos días, necesito dedicarle atención a la ciudad y no sólo a sus monumentos. Fui en primavera, fui en verano y ahora iré en otoño. London Calling.

martes, 15 de septiembre de 2009

domingo, 6 de septiembre de 2009

jerk it out

Déjame en paz. Estoy harto de que te quejes por memeces y proclames a la mínima que la vida es una mierda. Sí, lo es, y el mundo está hecho mierda también, pero no porque te haya dejado María o Miguel diga que no quiere saber nada de ti después de divertirse contigo un rato en su coche. Que suspendas un examen de la carrera no va a arruinarte la vida, y además no le importa a nadie, así que difícilmente va a hacer que el mundo sea peor de lo que es. El mundo es un desastre y la vida es injusta, pero peor sería vivir en Disneylandia sin ser un niño.

Así que grita y quéjate todo lo que quieras, pero deja de dar la brasa a lo demás con lo de que tu vida no tiene sentido porque una zorrilla ha decidido borrarte de su agenda; a lo mejor hizo bien y pronto los demás seguimos su ejemplo. Dejaré que maldigas tu suerte y la crueldad del destino cuando tengas motivos para ello, pero hasta entonces alégrate de llevar la vida que tienes y de poder darte el lujo de derramar lágrimas por tus memeces. Quizás llegue el día en que debas llorar de verdad y no puedas porque te has pasado tus años llamando la atención con depresiones de quita y pon.

A mí no me pasará. La vida es una mierda. ¿Y qué? Peor sería no tenerla.

jueves, 3 de septiembre de 2009

i am not good at not getting what i want

Que el verano dure por siempre y llevar abrigo, disfrutar del calor de una cafetería una mañana de invierno y ver llover tumbado en la cama una tarde de otoño. Ir a cien ciudades y volar cien horas, pasar noches despierto hablando, bailando y cantando, aparecer por clase con la misma ropa de anoche, perderme y encontrarme con amigos por la calle. Salir de compras por el centro, parar a tomar algo y empalmar un plan tras otro hasta la madrugada sin pensar en qué haremos mañana. Comer, beber, follar, reír y llorar. Cantar a gritos en el coche, escribir mil cortos absurdos en la cabeza y construir futuros inmediatos en los márgenes de unos apuntes llenos de tachones. Soñar con dormir y dejar de dormir para vivir los sueños.

Quiero que todo eso no se quede sólo en un quiero.

jueves, 27 de agosto de 2009

stars are blind

Por Internet circula de todo demasiado fácilmente. El mundo está lleno de idiotas. Si juntamos ambas cosas, nos salen las chorradas que la gente reenvía compulsivamente sobre que Microsoft va a quitar Hotmail, que AOL dará un centavo a unos padres para tratar a su hijo con cáncer por cada mail que envíes, que ETA deja móviles bomba sueltos por la calle o que un terrible virus que te borra el disco duro aparece con nombres estúpidos en los adjuntos que te mandan tus amigos. Todas esas mentiras de fácil transmisión, que se llaman hoaxes, no son siempre tan apocalípticas. A veces simplemente extienden noticias o datos falsos, como otros falsos mitos llevan circulando desde hace siglos, del que la atribución de la frase "El fin justifica los medios" a Maquiavelo es sólo un ejemplo.

Hace semanas, o quizás meses, empezó a enviarse de parte a parte de la geografía nacional el anuncio de que esta noche del 27 de agosto, Marte se vería en el cielo tan grande como la luna. Esto, que suena muy bonito e invita a soñar con presenciar un acontecimiento irrepetible como si del cometa Haley se tratara (no en vano el mensaje suele resaltar que algo así sólo ocurre cada cientos de miles de años), es una gran mentira y una imposibilidad física. Simplemente googleando 27 agosto marte aparecen decenas de desmentidos de tan atractivo evento, y en algunos se expone incluso qué ocurriría si de verdad Marte se mostrara tan grande en el firmamento:

Se puede calcular el efecto que tendría la cercanía de Marte en las mareas. La elevación media del nivel del mar provocada por un astro es directamente proporcional a su masa e inversamente proporcional al cubo de su distancia. Con Marte, cuya masa es casi nueve veces la de la Luna, a tan corta distancia, la influencia combinada del Sol, la Luna y Marte casi duplicaría las mareas actuales. Aunque no parece demasiado, como mínimo habría que tener cuidado de dónde se pone la sombrilla.

Pero, con todo, eso no es nada comparado con el efecto que tendría la atracción gravitatoria de Marte sobre la Luna. A esa distancia, Marte ejercería sobre nuestro satélite una fuerza que podría alcanzar hasta el 14% de la que ejerce la Tierra, y alteraría la órbita de la Luna de una manera difícil de calcular, puesto que el resultado final dependería de las posiciones relativas de los tres astros durante el periodo de aproximación. Lo mismo podría sacar a la Luna de su órbita que desviarla y hacerla estrellarse contra la Tierra.(...) La órbita de la Tierra, que es la que más nos interesa, podría acercarse o alejarse del Sol, con los consiguientes cambios en el clima, o aumentar su excentricidad, lo que provocaría estaciones mucho más marcadas a lo largo del año. También podría ocurrir que la Tierra y Marte quedasen ligados como un planeta doble; ¡menudas noches de Marte lleno íbamos a tener! Pero no hay que olvidar que también podría darse el caso de que ambos planetas chocasen...
Fuente.

En realidad, ni siquiera es nuevo de este año: por lo que sé, la mentira viene repitiéndose cada verano desde 2003, cuando efectivamente Marte sí se acercó a la Tierra mucho más de lo habitual, algo que no volverá a ocurrir hasta dentro de más de doscientos años. Una pena que sea todo mentira, porque con lo útil que es fliparse de astronomía para ligar, habría sido una noche mágica, no sé si me explico.

lunes, 24 de agosto de 2009

these boots are made for walking

Quiero unas zapas retro. Hace un año más o menos que se han puesto bastante de moda entre modernillos y esa gente y la verdad es que las zapatillas de deporte estilo años 80, tipo bota, para llevar el pantalón por dentro (o no, a gusto), me molan. Llevo bastantes meses pateándome las tiendas de la ciudad buscando esa combinación de modelo y color que me cautive, pero todos sabemos bien que es algo difícil de encontrar.

Al menos tengo claras algunas cosas que me facilitan la criba: las quiero Nike, el modelo tiene que ser Dunk High o alguna variante, y no las quiero negras ni de colores muy llamativos, que tampoco es plan de convertirse en un hombre luminiscente. Encontrar algo que se ajuste a mis necesidades no es fácil debido a la gran oferta de zapatillas no-de-deporte en esta ciudad de Fallas y trajes gratis, aunque afortunadamente Nike, que sabe que lo de customizar tiene tirón, ha montado un taller de personalización de Nike Dunk High (y otras zapatillas) en su página web: te la coloreas, le escribes cuatro cosas, cambias tejidos y te la mandan a casa a un precio muy pijo.




Y ahí estoy yo, dándole a la cabeza a ver si sí o si no. De momento os enseño dos diseños preliminares que usan los colores que más me atraen para esta futura compra: blanco y azul, quizás con gris, quizás con morado, quién sabe.

martes, 18 de agosto de 2009

words don't come easy

Nuestra forma de hablar evoluciona muy rápidamente y cambia día a día. La jerga callejera de los noventa suena ya vieja y forzada, lo que dirán los que tienen hoy doce años en nada se parecerá a lo que hoy hablan los que han cumplido dieciocho. Si encima nos ponemos a pensar en cómo hablan en otros países y observamos el peculiar vocabulario de Internet, la velocidad y la variedad nos pueden dejar fácilmente sin entender nada de nada de lo que se dice en una página web.

Por eso es muy útil Urban Dictionary, un vocabulario creado por sus usuarios que nos aclara términos que epodemos encontrar por cualquier rincón de Internet como scene, it girl, jailbait o fruity:

"Scene" is a culture made mostly of teenagers and is relatable to emo. It is a culture derived to reject the "norm". Scene kids might often be quoted as saying "I hate people that arn't themselves" or "I dress this way because this is who I am!". Ironically, there has become a set mold which scene kids seemingly strive to fit, and they all look/act the same.

The "It Girl" is the girl that EVERYONE wants to be. She has everything that you want so you tend to envy her. She does all the things that you can't do so you grow to hate her. Being an "It Girl" is having the latest shits, (the best clothing and always stays fly) and the prettiest face. Her attitude can be fucked up or perfect like her looks. Her presence is always appreciated, ALL the guys Want her and ALL the girls want to be her!

An attractive underaged girl who you'd like to bang. But if you get caught banging her you'll go to jail, so she's the bait that lures you into the jail cell, hence the term jailbait. Is similar to a lolita, except the term jailbait only applies to an attractive underaged girl that you want to bang, while a lolita is an attractive underaged girl who also wants to bang you.

Something that seems odd or queer. Not neccesarily "gay".

Urban Dictionary es realmente útil para sacar algo en claro de todos los comentarios y conversaciones irrelevantes que plagan MySpace, Twitter, Facebook y demás maravillas de nuestro tiempo. Y cuanto más profundizas en diversas subculturas, más necesario se hace. Lo que se dice un diccionario del siglo XXI.

miércoles, 12 de agosto de 2009

one wild night

Antes era más fácil verlos por la costa que por el interior, pero hoy en día están por todas partes y en todo momento del año. Los turistas extranjeros, que todos llamamos tan cariñosamente guiris, son muy habituales por aquí, y parece que en lo que se refiere a la fiesta, han asimilado algunas de las grandes tradiciones patrias y las han unido a una especial predisposición por desfasar.

Tengo unos amigos de fuera, y son gente normal, como vosotros o yo. Pero cada vez que vienen a España es como si dejaran de tener las necesidades vitales propias de una persona humana cualquiera: no le ven utilidad a dormir, pueden mantenerse despiertos decenas de horas seguidas y encadenar actividades tan dispares como salir de fiesta hasta el amanecer, hacer turismo y practicar algún deporte sin recurrir a más drogas que alcohol y algún que otro café. Llegan aquí y parece que necesiten exprimir al máximo su estancia.

Si a eso le sumamos la fiesta a la española, con esos horarios nuestros envidiados en todo el planeta, es un cóctel mortal. Esa energía es envidiable, pero con ciertos límites, que yo, como habréis podido intuir por la cabecera de este blog, necesito dormir tranquilamente cada día, sin prisas ni agobios. Y con ellos cerca es imposible, porque cuando no planean salidas nocturnas, idean pasatiempos diurnos, sin importarles horas de sueño, de estudio o de trabajo propias o ajenas. Al final, a todo esto ellos siempre me responden con las mismas palabras: "ya tendrás tiempo de dormir cuando seas mayor", y, cada vez, me pregunto si tendré que añadirlo a la máxima vital que decora este lugar.

lunes, 10 de agosto de 2009

sister golden hair

Las mujeres mayores son muy aficionadas a ir a la peluquería periódicamente, aunque sea simplemente a que las peinen cada pocos días, como si ellas no pudieran hacerlo en casa. Claro, luego salen a la calle con esos peinados de peluquería tan recargados, con el cabello abombado por el secador, esos pelos impecables y férreos de setentonas que no se mueven ni aunque los sacudas. La gente normal, niñas y niños, chicas y chicos, adultas y adultos, hasta donde yo sé, va cada tres o cuatro semanas. Da lo mismo que sólo quieran recortar o deseen un cambio radical; en su mente esta experiencia siempre aparece como una fantasía maravillosa en la que un peluquero fashion le convierte en un nuevo Brad Pitt o una nueva Angelina Jolie con cuatro tijeretazos y un poco de tinte.

Que por cierto, con la peluquería pasa un poco como con la cocina: el negocio está lleno de mujeres, pero curiosamente los que más fama tienen son hombres. Podemos nombrar a Arzac, Arguiñano, Adrià y muchos más, pero además de Simone Ortega (que encima nunca fue cocinera profesional) o la hermana de Karlos, pocos nombres femeninos suenan entre el gran público. Con los verdugos del cabello ocurre lo mismo. Y digo "verdugos" porque el sentimiento generalizado entre todos los que aún tienen pelo sobre sus cabezas es que no tienen medida, son como soldados ansiosos por entrar en batalla. Da igual que se enfrenten a un cabello corto, a uno largo, a uno arreglado unos días antes... son implacables, y siempre cortan mucho más de lo que sus clientes piden. Al principio creía que sólo yo me sentía así, pero después de muchos años escuchando historias similares cuando me quejaba de mi último corte de pelo veo que todos hemos sido sus víctimas en más de un puñado de ocasiones.

Ahora ya no sé ni a qué venía todo esto, aunque supongo que tampoco tenía más necesidad que la de exponer mi frustración una vez más. Si tenéis un peluquero (o peluquera, aunque podéis adelantarle que difícilmente alcanzará la fama) con el que estáis contentos, consideráos afortunados. Muy afortunados.

jueves, 6 de agosto de 2009

girls & boys

El otro día leí en el blog del señor X un microrrelato en el que una chica sacaba provecho de las webs de búsqueda de pareja, esas que plagan Internet y hasta la tv con sus anuncios ofreciéndote el amor verdadero o, al menos, gente interesante para un tracatrá y algo de charla.

Hace algún tiempo, una de esas tan comunes mañanas perezosas, me dio por meterme en una de esas webs, no recuerdo ahora si era Meetic o Match. Una amiga me había comentado unas semanas atrás que lo usó durante un tiempo y conoció a un par de chicos con los que se vio alguna vez, y realmente me sorprendió que estos servicios tuvieran público tan joven, recién entrado en la veintena. Me registré, realicé los infinitos tests que piden "para ofrecerte a las personas más compatibles" y luego me dediqué a pasearme por los perfiles de las chicas que cumplían ciertos requisitos de edad, zona e intereses. Lo primero que me hizo alucinar fue la cantidad de chicas de entre 18 y 22 años que había. Ya digo que siempre había pensado que estas páginas eran más para treintañeros que para chavales, pero las más jóvenes además solían ser las que más fotos ponían. Encontré tres o cuatro interesantes, que estaban bien y encima parecían tener algo en la cabeza además del eterno "ir de fiesta con la Sandry y la Mary".

La publicidad de estos sitios advierte de que la mayoría de funciones requieren suscripción de pago, pero también apuntan que puedes subir fotos, buscar perfiles y demás asuntos gratis, aunque sea de manera limitada. Pero al menos en uno de ellos ya señalan que sólo las mujeres pueden enviar mensajes sin estar obligadas a pagar. Y esto fue lo que hizo que mi experiencia con la web de contactos fuera tan absurdamente ridícula. Cuando buscas perfiles y vas viéndolos, tienes tres opciones disponibles: marcarlos como favoritos, enviarles un flechazo (¿no había ninguna palabra más cursi?) o escribirles un mensaje. Obviamente, yo no tenía disponible la última opción, así que envié flechazos a las dos o tres tías que me habían parecido dignas de mí. Al día siguiente, al revisar mi correo vi que me habían devuelto los flechazos, por lo que volví a entrar y tensé mi arco de nuevo. Unas horas después, más flechazos de vuelta. Y el ciclo se repitió un par de días más, hasta que incluso recibí notificación de que una de ellas me había enviado un mensaje. Y al ir a leerlo, ¡sorpresa! "Tienes que estar registrado para poder acceder a tus mensajes personales". Genial.

En principio, una chica puede creer que tiene ventaja por no tener que pagar para enviar mensajes, pero salvo que le vayan también las tías, de poco le servirá enviar El Quijote por privado, porque los chicos ni siquiera podrán leerle. Normal que al final acaben captando a tanta gente, casi es la misma estrategia de los camellos: te doy un poco, un poco más y hale, cuando quieres más, lo pagas. Aquí no es distinto. Si es que todo es igual en esta vida.

Aunque, vaya, dicen que estas páginas funcionan, pero no conozco a nadie que las haya usado en serio más allá del par de tíos que conoció mi amiga... y no es que me hubiera importado repetir su experiencia con un par de tías. Pero yo me olvidé del asunto, de los flechazos y de las caras de las chicas, y volví a centrar mi atención en las pijas de Tarongers.

domingo, 2 de agosto de 2009

just dance

Hace más de dos meses que no os incordio con mis palabras, y creo que es un buen momento para volver, ahora que me encuentro relajado en la playa y mientras observo la fauna veraniega me siento un poco como el colega de Gaga en Just Dance, con aquello del:

When I come through on the dance floor checking out that catalogue
Can't believe my eyes so many women without a flaw

Es curioso porque varios amigos que tengo son auténticos buenazos e intentan conseguir ser más que amigos con estas bellas nenas que pueblan la costa mediterránea siendo encantadores y tratándolas como princesas. En un tiempo yo mismo era así, pobre de mí, demasiado influenciado por los esporádicos artículos escritos por mujeres que caían en mis manos y alguna que otra revista para hombres con un enfoque radicalmente distinto al de la FHM o similares. Lamentablemente, esos textos no decían nada más que mentiras.

Seguro que aún quedan un par de buenas princesas por ahí que se indignarán al leer algo así y dirán que sí quieren chicos buenos, sensibles y atentos, pero la experiencia demuestra que la mayoría escoge siempre al chico que la hará sufrir. El malote descrito por Porta que tiene coche y no la ESO es el rey, ningún Zac Efron sería rival para un chuloplayas así, que podría tener una cada día. Y ahora en verano, con las playas tan llenas de malotes, te preguntas siempre por qué chicas que parecen simpáticas y normales van con los más capullos. Cuando te cansas de hablar y hablar pero ves que la zorrilla de turno sólo te quiere para darle al palique es el momento de dejar de ser el príncipe azul y darle lo que realmente quiere. Si un capullo juega con ella, será cosa de ser igual de capullo.

Bienvenidos de nuevo.

lunes, 18 de mayo de 2009

we need a change

Por lo que sé, aquella fiesta de H&M será después de la inauguración de la tienda. Me parece un poco estúpido, si la fiesta es para la inauguración, lo normal sería que fuera antes de ella. Ya os contaré si conozco alguien que vaya. De momento no es así, afortunadamente.

Hablando de H&M, supongo que todos habréis visto el nuevo anuncio de tv.



En mi vida había oído hablar del tal Matthew Williamson, pero el anuncio se sale y la canción es de otro mundo. Estuve buscándola por todas partes la semana pasada, igual que medio mundo. Había rumores de que la pondrían para descargar en la web de la marca, pero han sido un poco cabrones y han decidido ponerla... pero a la venta por iTunes. Lo bueno es que siempre hay buena gente por el mundo, y el temazo ya se puede descargar gratis. Se llama We need a change, y es de StereoLies. Qué ganas tengo de que algún dj coja el tema y lo convierta en algo aun más alucinante.

Retomando lo que comenté en la entrada anterior, este finde vi Ángeles y demonios. A la altura del libro.

miércoles, 29 de abril de 2009

es una fieshta

Mi madre es muy moderna y siempre está al tanto de todo lo que se cuece. Ayer en la comida me habló de la fiesta que H&M va a organizar por la inauguración de su tienda en Colón, una fiesta de esas a las que van los ricos, sus amigos y los cuatro famosos de turno que están por Valencia esa semana, igual que cuando Prada o Loewe o una de esas montó una fiesta acojonante por el casco viejo, con Paz Vega y cincuenta estrellas internacionales. Ha leído por ahí que los de H&M se las quieren dar de simpáticos y han soltado a unos cuantos fotógrafos por Valencia para que capten iconos de la calle a la última y elijan a 100, que tendrán una invitación para ir a la gran fiesta. Con la de fantasmas que hay por Valencia últimamente lo van a tener difícil, porque todas y todos van iguales y si no les invitan a todos la gente se va a mosquear. Aunque al día siguiente se compren las camisetas allí como si no hubiera pasado nada.

Si alguien quiere ir a una cosa de esas, no tiene más que rebajarse a convertir la plaza del Ayuntamiento en un desfile de a ver quién lleva lo más raro en la cabeza. Conozco a un tipo, David, que va de entendido y siempre trata lo más horrible como si fuera lo más fashion, así que lo de pasearse disfrazado seguro que funcionará. Creo que yo esperaré a que me cuenten qué tal fue esa fiesta, que seguro que me sale un plan mejor que no consista en pasar la noche rodeado de cuarentones y cuarentonas. Aunque las tipas del par de fotos que mi madre me enseñó de ese blog no estaban nada mal.

jueves, 23 de abril de 2009

unga unga

Odio las tribus urbanas. El nombre ya me da asco, es como si fueran tribus de trogloditas, no sé, es una gilipollez. Cuando ves a un chaval de 13 años todo de negro con su cara de estreñido y el monopatín en la calle Colón piensas que es un capullo, pero bueno, es un niñato, no puedes pedirle más. Pero cuando luego ves a un friki de casi 30 años con su gabardina hasta el suelo, la cara pálida y sus pinchos y cosas, lo que ves es un capullo, nada más.

La edad la verdad es que es lo de menos. Todas las tribus estas dan pena, pero algunas más que otras. O a mí me dan más pena, que para el caso es lo que importa. Las pijas tienen un pase, ya se sabe, sobre todo cuando llevan un buen rato de botellón. Las modernas, gafapastas y las emos tienen un morbo especial, y además siempre sorprenden, ya sea con sus leggings de vinilo o con cualquier otra prenda que se haya visto más de dos noches en los peores garitos de Londres, que es bueno.

Pero si hay algo que me da más asco que los góticos, heavys y jipiguarros trasnochados son los jonathans y las jennys. Solo aprenderán que las campanas y el oro pasaron ya de moda cuando descubran cuánto son 2+2. Una vez me enrrollé con una choni y acabé de sus aros hasta arriba, siempre moviéndose y poniéndose por en medio. A lo mejor era una visionaria y los usaba de hullahop en la intimidad, no lo sé. Aunque tampoco me importaba demasiado.

domingo, 19 de abril de 2009

por qué

Nunca se me ha dado especialmente bien escribir. En realidad no sé por qué estoy abriendo esto, porque no soy un friki pajillero de esos de Internet y no me gusta leer o que lean tonterías sobre que si me ha dejado la novia, si he suspendido un examen o si mis padres no me entienden. Sería difícil leer esas cosas aquí, de todas formas, porque ni tengo novias, ni me deprime horriblemente suspender exámenes ni necesito que mis padres me entiendan. La vida es más fácil cuando todo eso no es tan importante.

No, a mí lo que me va es tirar para adelante, levantarme y pasar de los problemas. La mayoría de las cosas por las que la gente se queja y se lamenta no tienen ninguna importancia, lloriquear por exámenes o porque alguien no nos contesta los mensajes es una capullada. Y luego ya los grandes problemas son demasiado grandes como para que sirva de algo lamentarse.

Siempre he creído que nos podemos acostumbrar a todo, por eso es una pérdida de tiempo preocuparse demasiado por lo que ya ha ocurrido. Y por lo que no, bueno, todo a su tiempo. No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana.