domingo, 29 de noviembre de 2009

bizarre love triangle

Odio que la gente diga que le han robado a la pareja, como si pudieras ponerte en medio de dos, secuestrar a uno y llevártelo, rompiendo esa relación sin que el otro quiera. Dicen que dos no se pelean si uno no quiere: dos tampoco se enrrollan si uno no quiere.

Pretender que cuando una pareja se rompe por culpa de una tercera persona es sólo culpa de ésta es algo inocente a la vez que idiota. Siempre hay elección. Siempre. Si tengo novia y me viene una tía buscando tema, puede que consiga darme un pico, pero acto seguido la apartaré y le soltaré un "¿pero de qué coño vas?". Y si me liara con ella, tanta culpa tendría yo como ella. Sería lo que suele llamarse un gilipollas. No seamos ignorantes y echemos la culpa sólo el que llega nuevo, que si el otro no duda en seguirte el tema, lo que demuestra es que estaba predispuesto. Si no era con ese, sería con el siguiente.

"Me la has robado". "Si me lo quitas te mato". No hay más ciego que el que no quiere ver. Que tu novio es un cabrón. Tu novia no te quiere. Pero nada, todos siguen con la venda en los ojos. Si eres más feliz creyendo que tu novia se ha liado con otro sin querer, allá tú. Pero ha sido sin querer queriendo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

sorry sorry

Justo después de volver de Londres me puse enfermo. Y no, no fue la gripe A, aunque algo me debieron pegar esos ingleses, tosiéndome todo el día en la cara en el metro.

Agradezco vivir de nuevo en la gran ciudad, aunque aún no he podido salir a lo grande. El sábado, sin embargo, empezó normal y acabó siendo una buena noche. O en realidad no hubo noche, porque es de esas veces que acabas durmiendo en la casa vacía de un amigo y te descubres a las siete de la mañana, sin haber dormido y mirando por la ventana desde la cama junto a una chica a la que doce horas antes no conocías. Dejáis dormir a vuestros amigos comunes mientras deshacéis aún más la cama, y acabas llegando a casa a la hora de comer y con la ropa de ayer.

Si cada sábado fuera así, no me habría borrado de la lista de salir los saturday night, vaya.
Well, I met this girl on a
Saturday night, saturday night
Saturday night, saturday night
Saturday night, saturday night
(...)
But, but she dug my hair and new suede shoes so much
She dragged me straight, straight to her room
And I was forgetting what I knew I would do

Two hours later we lay on the bed and i said
I'm sorry sorry for making your life a living hell
I'm sorry sorry for making your life a living hell

domingo, 8 de noviembre de 2009

ldn

Antes hablé de Lily Allen, pero no me crucé con ella por las calles de Londidum. En cambio casi coincido con la siempre excitante Gaga, que estuvo de fiesta por el Soho el miércoles y apareció en todos los gratuitos del jueves por su vestido, uno de esos que son poco más que una transparencia gigante que deja ver el tanga y el sujetador de la portadora. Por las fotos que vi, el vestido no le hacía justicia, aunque de haberla visto en persona quizás pensaría diferente. También estuvo Jim Carrey presentando su nueva película, pero evidentemente no me interesó de la misma manera.

Anyway, aunque no vi a esta dama, me enamoré de otras muchas. En Valencia suelo sufrir un enamoramiento cada cinco metros caminados, aunque siendo realistas podría dejarlo en que el flechazo ocurre cada diez minutos. En la cuna de los Sex Pistols la cosa era terrible: diez, quizás doce, chicas increíbles cada diez metros, a las que les hubiera propuesto hasta matrimonio y cualquier favor (sexual, preferentemente) al instante. Durante los días que estuve por allí tuve un juego de cruce de miradas divertidísimo con una de las recepcionistas del hotel, pero el último día no estuvo y no pude comentarle que algo fallaba en mi habitación y que necesitaba que subiera para echarle un vistazo.

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También coincidió que esta semana era 5 de noviembre, la noche de Guy Fawkes. No pasé a ver a la señora Justicia por el Old Bailey, así que no sé si sigue en pie, pero al dejar suelo británico el Big Ben sí, así que quizás tengamos que vernos dentro de un año, frente al Parlamento, para recuperar lo que es nuestro. Yo devolví cosas mías estos días, que me compré un abrigo y unos vaqueros el primer día, los llevé puestos por todo Londres y luego decidí que no me convencían. Soy todo un artista, así que el tema de las etiquetas no fue problema.

El viaje ha sido genial. Como quería, me he recorrido las calles cien veces, he ido de un lado a otro, hemos visto lo que queríamos ver, y lo que no, nos daba lo mismo. He ido de compras, he comido en sitios raros, hemos hablado en inglés (y nos hemos quejado de lo mal que lo hablan los de Albión), hemos hablado en francés por hacer el capullo y hemos observado la ciudad y, sobre todo, a sus gentes. Aunque ya era mi tercera vez allí, tuve la ocasión de ir a lugares que no había visitado, como la National Gallery, de recorrer Oxford Street al completo, atravesando el bullicioso Oxford Circus (¡peor que Picadilly!) y de descubrir Camden Town y sus cien mil tiendas iguales pero distintas, con otros tantos puestos de comida de cada rincón de la Tierra para disfrutar sobre el asiento de una Vespa a la orilla del canal.

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Acabo de llegar, pero volvería una y otra vez. Es una urbe llena de gente (y de españoles, doy fe de las palabras que X escribió en su crónica), con masas humanas que agobian con facilidad, pero hay de todo, y mucho más. Es genial ver la diversidad de actitudes, de nacionalidades, orígenes, colores y vestimentas, y que todo el mundo lo tenga tan asumido, que todo el mundo comprenda, sepa, acepte y no dude en respetar lo que hacen los demás, en que da igual si llevan piercings en las mejillas y los labios, si visten hijab con deportivas y doscientas pulseras de colores o si los tres chavales con uniforme de colegio del otro vagón son de tres colores distintos.

Lo único que me ha faltado ha sido salir de fiesta, pero nada de pubs ingleses de beber cerveza, que eso no me ha quedado pendiente, sino fiesta de la de verdad, de esas que hay en las ciudades con tanto movimiento como ésta. Fiesta de música a tope, de gente rara y de dejarse llevar por el latido de una sala hasta arriba de personas bailando.

-¿Y tú para que vuelves? -Para desfasar.

Así ya tengo excusa para la próxima vez.

jueves, 5 de noviembre de 2009

smile

Me encanta Lily Allen.

Sí, esa chica con estética choni chic, tan bocazas y con una actitud muchas veces naïf que parece fuera de lugar. Pero si algo de ella me gusta más que su música son sus vídeos. Todos son originales de una u otra manera, han sido copiados más de una vez precisamente por ello y tienen un algo especial que hace que mole verlos una y otra vez. Casi parecería que todos han sido realizados por el mismo director, pero no es así, aunque veo una continuidad entre ellos de la que suelen carecer los vídeos de todos los artistas. Sí, creo que alguna vez ya dije que odio los posts de vídeos, pero a veces vienen bien para desconectar. O algo.

El primero que descubrí fue Smile, que también fue su primer gran éxito, y quizás el que me parece más flojo, aunque no por ello me gusta menos. Una historia de venganza cruel que le hace sonreír cuando ve llorar al capullo de su novio. La calidad mejoró con el increíble vídeo de LDN, que luego usaría como inspiración una marca de cervezas para uno de su spots. Un tema muy alegre para un vídeo sensacional. Después vi Alfie, en el que la chica habla de su hermano pequeño, al que por cierto pronto veremos en una de las nuevas series de la HBO, Game of Thrones. El vídeo, centrado en una marioneta, es muy divertido, con coro de pájaros incluido y una estética muy pastel, totalmente happy, en línea con la melodía feliz y casi de villancico de la canción. Con The Fear, el primer single de su segundo álbum, fue algo más ambiciosa, añadiendo coreografías y bailarines, pero el tono ingenuo permaneció, con la misma originalidad y las mismas situaciones casi mágicas de los anteriores. Y lo más nuevo es Fuck You, una canción dedicada a nuestro amigo George W. Bush que en principio iba a llamarse, cosas de la vida, Guess Who Batman (¿?). Este vídeo me recuerda al de LDN, por eso de un paseo por la ciudad, aunque cambia Londres por París, otra ciudad que siempre sale favorecida en la pantalla, grande o pequeña. Y si aquél vídeo alteraba la misma ciudad, este cambia a quienes se cruzan con la cantante, porque sus ojos son los nuestros, y vemos lo que ella ve. Un vídeo subjetivo muy logrado y que mantiene la atmósfera de los anteriores.

Saludos desde LDN.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Heaven don't want me and Hell's afraid I'll take over

Que si qué estudias. ¿Para qué sirve? ¿Qué vas a hacer este año? ¿Estás buscando ya algo? ¿Pero a qué quieres dedicarte? Deberías buscar un trabajo. No te veo con ganas. Cualquiera diría que no sabes qué hacer, pero es que parece que no quieras hacer nada. No puedes esperar estar así toda la vida. ¿A qué viene meterte a eso ahora? No, estás de coña, ¿por qué? No, es que yo entré en tal sitio hace ya un año, me va fenomenal, ¿y tú? Pero, ¿te vas ahora? Estás gastando mucho, ¿acaso has trabajado para eso?

Pues sí, he trabajado para eso. Y no, no sé qué hacer. Todavía. Pero es que me da lo mismo. Ya tendré tiempo de trabajar, ya tendré tiempo de ser una persona seria, por favor. Si he trabajado, me gastaré en lo que me dé la gana el dinero que me sobre de pagar las cosas necesarias.

Ya lo decía Kate Ryan cuando hablaba de esa generación desencantada. Ni la mitad de la gente de mi edad, o más joven o más mayor, sabe realmente qué quiere hacer o cuándo quiere empezar a hacerlo. Si ahora nadie se considera mayor de verdad hasta bien entrada la treintena o incluso la cuarentena, así que por favor, me queda mucho para llegar a eso, ya vendrá. Me gusta mi vida, aunque a veces sienta que no sé nada, que estoy perdido y que no tengo ni idea de qué será de mí en un tiempo, pero la verdad es que, en el fondo, no me preocupa. Ya irán saliendo cosas. Igual que quise hacer Biología y me decanté por Económicas para acabar decidiendo pasar de todo eso antes incluso de empezar segundo de Bachiller, ahora quiero una cosa y en unos meses querré otra. Si hace falta trabajar para pagar, se trabajará, pero no será definitivo hasta que yo quiera que lo sea.

Vaya, a todo esto, hola de nuevo. Prácticamente un mes desaparecido, ya se sabe, el trabajo. Si fuera bueno no pagarían por hacerlo, que suele decirse. Y ahora que vuelvo, me voy a Londres, como ya comenté. El martes salgo, dispuesto a hacer de todo y no hacer nada, que para eso son mis vacaciones. Así que aquí estoy y ya me voy. Pero estos días publicaré algo -programado, por supuesto, que ni me llevo portátil ni mi móvil tiene güaifai. Será una actu muy London, porque yeah, you look New York, pero a este lado del charco.